14-12-2020

 Hoy ha sido un día normal. Llevaba mucho tiempo pensando si debería o no comenzar esto, al fin y al cabo no tiene mucha intención más allá de intentar poner orden en esta leonera.

Quizás porque he conseguido observarlo todo desde un prisma diferente, lejano y objetivo, me he dado cuenta de que todo en esta vida vuelve. Tarde o temprano termina volviendo y terminamos siendo víctimas de las consecuencias.

Igual es que hoy me siento valiente. Pero no demasiado claro, valiente en el punto justo en el que tengo ganas de darle al botón de "seguir" de una persona que me hizo daño hace tiempo. Solo por ver qué pasa. Y valiente en el límite en el que mis inseguridades y miedos me dicen "para el carro, se te está yendo de las manos"

No te emociones tanto que luego hay que recoger el desastre y no es una tarea agradable.

A veces me pregunto qué hacer cuando dejas de tener acceso a todo lo que antes podías ver en apenas dos clicks de distancia. En un par de scrolls, ahí estaba. El mensaje, la foto, el like, el retuit, el manifiesto de que lo que sea que hubiera, aún existe.

Quizás es que hoy me sentía valiente. Y he vuelto a hurgar en el baúl de los nunca más, esperando encontrar algo nuevo, olvidando que por mucho que busques si lo haces en el mismo sitio, nunca podrás encontrar.

Tal vez es que me estoy viniendo arriba con lo de sentirme valiente y la idea de darle a ese botón es cada vez más fuerte. Y la idea de esperar y la angustia de esperar y la ansiedad de esperar que algo positivo surja de ahí, es intensa. Ahoga. No me deja respirar. Pero tengo miedo, da igual lo valiente que sea si tengo miedo a que al final, termine saliendo mal.

Supongo que es normal, tener miedo. Supongo que es normal sentirse así de vulnerable cuando te han quitado las corazas y ya no sabes bien cómo gestionar las desilusiones. Supongo que es normal la incertidumbre y el no saber hacer. Pero no sé, me gustaría sentirme así de valiente más veces. Llegar a quitarle importancia al miedo, llegar a decirle a la cara que no nos hace daño. Que todo terminará pasando. Que las desilusiones no duran para siempre.

Hoy ha sido un día normal. Me he sentido sola, como cada día desde hace 6 años. He sentido que el universo es enorme y que mi corazón es una mota diminuta en este inmenso polvo de estrellas. Que mi valentía apenas es un puntito brillante en la inmensidad de este cuerpo. El día ha sido todo lo normal que podría ser, teniendo en cuenta que al final, como siempre, no hay rincón en el que poder buscar y terminar encontrándote.


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